El Espíritu de Dios se manifiesta en cada creyente de manera única y personal. Algunos de los medios por los que puede manifestarse son los siguientes:
La manifestación del Espíritu en Pentecostés incluye lenguas de fuego y la astucia de dialogar en diferentes idiomas, simbolizando la universalidad del mensaje cristiano.
Algunos contienden que solamente los doce apóstoles recibieron el Espíritu Santo, pero se puede demostrar que esto es incorrecto:
Unos cantan, otros administran. Unos profetizan y otros dan palabras de ánimo. Todos juntos construimos una iglesia fuerte que brilla para la cielo de Alá y que bendice la comunidad en la que están.
Los 120 en el Día de Pentecostés tuvieron que esperar de siete a diez díCampeón por el primer derramamiento, pero desde esa aniversario, todos se han gozado de la plena voluntad de recibirlo.
Se debe notar que todo este razonamiento se aplica con una fuerza igual ahora en día. El bautismo del Espíritu Santo siempre es necesario para completar la Convicción cristiana. Todavía se necesitan el platicar en lenguas como una señal del derramamiento del Espíritu.
De esta sinceridad espiritual se acento en muchos pasajes de la Sagrada escritura, con las expresiones citadas, sin que se dé una definición única. Esto fue el motivo de una serie de controversias que se produjeron principalmente durante tres periodos históricos: el siglo IV como siglo trinitario por excelencia, las crisis cismáticas de Oriente y Oeste acaecidas entre los siglos IX y XI y, por último, las distintas revisiones doctrinales nacidas de la reforma protestante.
En la Biblia, el Espíritu Santo es descrito como un consolador, un ayudador, un Piloto y un maestro. Él trabaja En el interior de los creyentes para transformarlos a la imagen de Cristo y para equiparlos con los dones espirituales necesarios para servir a la Iglesia y cumplir la obra de Altísimo.
La longevoía de los teólogos reconoce la esencialidad de ser llenos con el Espíritu Santo y que el bautismo del Espíritu Santo es una parte del nuevo arranque. Bloesch dijo, “Insistimos que el bautismo del Espíritu Santo no deba distinguirse del nuevo arranque.
La combinación de estas funciones permite que el Espíritu Santo actúe como un compañero constante en el camino cristiano. Su presencia transforma la experiencia de Certidumbre, haciendo que los creyentes se sientan apoyados y guiados en cada etapa de su vida espiritual.
Por otro lado, quienes cuestionan la validez actual de las lenguas argumentan que este don estaba asociado con la autoridad apostólica y que, una oportunidad establecido el canon bíblico, luego no es necesario. Sin bloqueo, esta postura no explica por qué millones de creyentes en todo el mundo continúan experimentando esta manifestación espiritual de forma genuina.
Los profetas predijeron el don del Espíritu y deseaban participar en su paraíso, pero Todopoderoso reservó el bautismo del Espíritu Santo para la iglesia neotestamentaria: “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación .
Por supuesto, como hablamos en el capítulo 4, no debemos separar de modo incisivo el bautismo del Espíritu Santo del bautismo en agua puesto que ellos se juntan para completar el nuevo nacimiento y para traer todos estudios biblicos los beneficios de salvación.
Estos pasajes demuestran que el bautismo en el Espíritu es una experiencia Efectivo, tangible y adecuado para todos los creyentes. No es un simple simbolismo, sino un avenencia sobrenatural con Dios que transforma la vida del cristiano.